Mural del Bicentenario

Comenzamos el 2016 con una nueva pared en el patio de primaria y una propuesta de Macarena: “¿Nati este año pintás un mural con los chicos?”. Por otro lado a través de las redes sociales se contacta conmigo María Marta Ferrando, que trabaja en el Instituto Un Lugar (centro de día y formación laboral). Ella y Marisol llevan a cabo un hermoso proyecto de muralismo inclusivo y solidario, “Colectivo Un Lugar”, con un grupo jóvenes del instituto. Me propone ¡pintar juntos un mural en el colegio! Dije ¡SI! a ambas propuestas. Así comenzó el Proyecto Mural.

Decidimos que el mural sería para la Feria del Bicentenario de nuestra Independencia y que participarían pintando todos los chicos de primaria y representantes de secundaria básica y superior. En él reflejaríamos la alegría que nos da el ser libres e independientes.

¡¡¡Comenzamos a trabajar en las ideas!!! Durante el mes de abril en mis clases con cada grado de primaria reflexionamos sobre la libertad, la independencia y la alegría de ejercerlas. 1ero, 4to y 5to dibujaron personas ejerciendo la libertad a partir del arte, del deporte, del estar juntos. 2do, 3ero y 6to dibujaron elementos de la naturaleza que nos remiten a la sensación de libertad y alegría. Surgieron flores, pájaros y árboles de la vida.
Mientras tanto un grupo de muchachos de 6to año de secundaria se ofrecieron para preparar la pared gris con pintura blanca. Ya fue la primera trasformación, el patio se iluminó.

Los dibujos de los chicos de primaria se los llevamos a los jóvenes del colectivo un lugar. Ellos, junto a sus profesoras, ensamblaron las ideas, propusieron nuevas y realizaron un boceto.

A fines de mayo tuvimos nuestro primer encuentro: vinieron al colegio a mostrarnos su boceto y, junto a algunos alumnos de secundaria, trabajar en forma conjunta. Fue una jornada maravillosa, donde nos conocimos, compartimos ideas y risas, nos vinculamos, surgieron los colores y entre todos realizamos el boceto definitivo.

Durante el mes de junio el martes se convirtió en el día de “muralear”. Con ansiedad y alegría esperábamos la llegada de los amigos del Colectivo Un lugar para comenzar la jornada de trabajo. El vínculo se fue fortaleciendo en cada encuentro, enriqueciéndonos mutuamente.

Trabajamos en grupos conformados por chicos de primaria, secundaria y del Colectivo. Diversidad de manos y corazones relacionándose, aprendiendo a compartir, a seguir una idea en común, vivenciando que la libertad es compromiso, respeto, responsabilidad y alegría.

Y así cada martes la pared se fue transformando, dejó de ser gris, dejó de ser blanca y se llenó de formas y colores. También nosotros nos transformamos con la vivencia y nos llenamos el alma de colores.

Ahora la pared ya no es sólo una pared, es un mural, ¡nuestro mural!
Natalia Santillán, profesora de Plástica